Capítulo 4: Sala de autopsias número 4

Cuarto capítulo de los diez que conformarán la Colección Stephen King.

Se trata de relato corto con el que da inicio una antología imprescindible en la bibliografía del autor, la misma de los tres capítulos anteriores: «Todo es eventual». Publicada el año 2003.

Lo último que recuerda Howard Cottrell es adentrarse en la maleza del campo de golf para encontrar su pelota perdida.

Acaba de despertar, pero no sabe dónde está ni que está pasando. Sólo sabe que está completamente paralizado, que no puede hablar y que oye voces de personas que están a su alrededor pero no sabe bien qué hacen.

Cuando Cottrell llega a la terrible conclusión de que se halla en una sala de autopsias y que la autopsia se la van a hacer a él, que es totalmente incapaz de mover el más mínimo músculo de su cuerpo, su pesadilla da inicio.

Y la tuya, como oyente de la historia, también.